Elea
 


"La oscuridad es el don más preciado que podrás utilizar, simplemente consigue que ésta no te utilice a ti."
---Elea



DATOS PERSONALES

Cynthia
Nombre: Guille.
Fecha de nacimiento: 16 de Mayo de 1990.
Ciudad: Barcelona.
País: España.
Fecha de ingreso: Diciembre de 2009.
Nick principal: Elea.
Otros Nicks: Leggend, Nineshadows.
Rango: General.
Historial: Star Wars: The Old Republic.




CONDECORACIONES
Distintivo de veteranía
de bronce



HISTORIAL - STAR WARS: THE OLD REPUBLIC




Nombre: Elea.
Raza: -
Facción: Imperio Sith.
Clase: Guerrero Sith






Trasfondo

Elea creció como un jedi, no recordaba nada en relación con su familia ni nada semejante, y su avance era mas o menos correcto, realizaba misiones como padawan junto a su nuevo maestro, Shouz, que no estaba muy contento con su padawan. En la fuerza daba la talla pero ni controlaba en muchas ocasiones las emociones ni en el combate con el sable daba la talla que tenia que dar, no le había tocado el mejor de los jedis.

Se encontraban en una cueva llena de kinraths, habían desaparecido algunos jedis aquí y tenían que ir a desvelar que estaba pasando, todo iba bien hasta que encontraron un jedi muerto. Siguieron avanzando y lograron encontrar un Kinrath inmenso durmiendo con bastantes cupones para llevarse la culpa de las muertes jedis, estaba en medio de un gran yacimiento de cristales, en el centro del cual y junto al Kinrath gigante había un cristal… negro, Elea no podía soportar irse sin conseguir ese cristal, pero su maestro lo dejó claro.

-Ya sabemos que está pasando. Vámonos.

Shouz comenzó a avanzar pero se dio cuenta de que su alumno no estaba a su lado, se giró y lo vió a Elea caminando muy despacio al lado del Kinrath gigante de camino al cristal.
Elea recojió el cristal con sumo cuidado y se giró preparado para el reproche de su maestro que… ya no estaba ahí. Elea se dirigió hacia la salida contento por no haber despertado al Kinrath, ahí le esperaba Shouz.

-Acabas de arriesgar nuestras vidas por un cristal?
-He arriesgado la mía.
-Estoy tremendamente disgustado. Te das cuenta de lo que dice este acto padawan? Te das cuenta de lo que acabas de hacer?
- Lo siento maestro, me he… dejado llevar, no volverá a ocurrir.
Un largo silencio culminó el momento, Elea parecía realmente arrepentido.
-Déjame ese cristal.
Elea dudó.
-Que piensa hacer con él, maestro?
-Examinarlo, el kinrath gigante lo protegía, se sentía atraído por el.
-No se preocupe entonces, lo llevaré al módulo siete en cuanto lleguemos para que lo exa..
-Elea, DAME ese cristal, recuerda que hay cristales más poderosos que otros, puedes no estar preparado para ello.
Hubo otro silencio, de repente la mirada de Elea cambió por completo, pasando de un arrepentimiento claro a una sonrisa fría que hizo que Shouz retrocediese un paso.
-En coruscant igual maestro, pese a todo, en todas las misiones soy yo el que recibe el riesgo, soy yo el que las completa y es usted quien presenta los resultados, quien se lleva todo el mérito.
-¿qué? ¿a que viene esto? ¡Soy tu maestro, te instruyo, este es el método!
-Maestro, me llevaré este cristal, lo entregaré personalmente, hace tiempo que seria caballero jedi si no fuese porque usted transmite a los maestros su desconfianza hacia mi.
Elea adelantó un paso hacia la derecha pero Shouz también lo hizo, cortándole el paso a unos metros de él.
-Como quieres que no desconfíe con tal actitud padawan? Te llevaré ante el consejo y abriré un expediente disciplinario. Ahora, DAME ese cristal – dijo con voz firme y serena.
Elea encendió su sable, a lo que respondió su maestro encendiendo el suyo también.
-¿Te das cuenta de lo que estas haciendo? ¿¡me estas batiendo en duelo por un cristal!?
-Me molestas, me impides progresar y acabas aprovechándote tu de lo que acabo haciendo yo, sabes que llevamos así ya tiempo.
- ¿progresar? Dios mio Elea mírate, el control en la fuerza puede ser bueno pero ni tu control con el sable ni tu autodisciplina rozan el aceptable, ¡te he tenido que sacar de muchos problemas por eso padawan! ¿progresar? ¿es así como eres?

Elea sacó un segundo sable que cojió con la otra mano, giró entonces sus sables 180 grados hasta ponerlos en posición inversa, uno en cada mano, la sonrisa en su boca se amplió, su maestro se quedó de piedra. Jamas había visto usarle ese tipo de estilo.

-No sabes como soy, Shouz.
-¿Pero qué...? ¿Todo este tiempo tu…?

Ni shouz ni su padawan volvieron a la base jedi.




 
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